Amigos, hoy publicamos un cortometraje algo desolador, pero didáctico.
El caso es que empieza muy bien. Dos desconocidos coinciden en la parada de un autobús y entre ellos surge eso que llaman «flechazo«. Es decir, una atracción inexplicable a primera vista.
El problema es que tardan en lanzarse y la mente es muy mala. Enseguida se monta su propia historia y se proyecta hacia el infinito y más allá.
¿Te suena raro? Pues, si tienes tres minutos, verás a qué me refiero y, de paso, quizás te sirve para prevenir que te ocurra lo mismo que a ellos.