Una chica se acicala en el baño. Está sonriente y radiante. No es para menos. Se prepara para una cita… ¡a ciegas!
Quedó para conocer a su galán en una cafetería. Él le dijo lo que llevaría puesto para que pudiese identificarle.
¡Ay! Pero es que las citas a ciegas suponen riesgo. A veces falla lo que menos esperas. Ya vas a ver…