Tres amigas se ponen de acuerdo para darles una sorpresa especial a sus respectivos hombres. La idea es que se vuelvan loquitos de deseo.
La primera, apenas está empezando a salir con un muchacho. La segunda está prometida. Y la tercera, casada.
Después de sorprender cada una de ellas a su pareja, se reúnen las tres para comentar los resultados.
La que está saliendo les cuenta:
Me vestí de cuero negro, con medias de rejilla, pintalabios rojo… y toda la historia. Mi chico se derritió al verme. Pasamos una tarde de pasión inolvidable.
La prometida continúa:
A mí también me fue bien. Aparecí en su trabajo vestida únicamente con un abrigo rojo. Fue muy emocionante hacer travesuras en su oficina…
La casada les cuenta:
Yo fui con todo. Dejé a los niños con la canguro. Me compré una máscara negra y un látigo. Cuando mi marido llegó a casa, agarró una cerveza, se tiró en el sofá y me dijo: — Hola, Batman. ¿Qué hay de cenar?
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