Una pareja viaja en coche. Llevan bastantes kilómetros sin dirigirse la palabra. Antes de salir tuvieron una bronca de las gordas y los ánimos siguen caldeados.
Pasan junto a una granja con mulos, vacas, cabras, cerdos revolcándose en el fango…
Y el marido le dice a la mujer con sarcasmo: – Tus parientes, ¿verdad?
A lo que ella contesta: – Sí, mis parientes… políticos.