Cuando ya no lo esperabas, tu EX regresa un buen día para decirte que no ha podido olvidarte y que quiere retomar su relación contigo.
De entrada, a tu ego le suena muy bien esa propuesta. Es halagadora. Pero bien te valdría pensar lo que vas a hacer con calma, si no deseas volver a visitar terrenos que no deseas volver a pisar.
Recuerda lo bueno… y lo malo también
Entre que tu EX reaparece desbordando encanto y que tú has ido liberándote de los malos ratos que pasaste en la relación y que provocaron la ruptura, lo bueno resalta sobre lo malo.
Eso está bien. Pero, si se trata de volver a compartir la vida con la misma persona, has de hacer un repaso de los problemas e inconvenientes que ello supondría, a fin de no tropezar de nuevo en las mismas piedras.
Puede salir bien… o mal
Las historias de parejas que reconstruyen su relación después de una ruptura son abundantes. Conocerás a alguien que da fe de ello.
Claro que también conocerás ejemplos de lo opuesto; de parejas que retomaron su relación para que uno de ellos (o ambos) volvieran a vivir en una pesadilla.
Si decides darle una segunda oportunidad a tu EX, ya sabes el riesgo que asumes. Toma la decisión considerando qué es lo mejor para ti.
¿Qué motivos tienes tú para volver con él/ella?
Tal vez pienses en que le tienes cariño, en que te importa, en que entre los dos hay una química alucinante, en que no quieres estar solo/a… Sí, son elementos a tener en cuenta.
Pero no bastan, si ello supone volver a pasar por las mismas situaciones dolorosas que has dejado atrás. ¿O crees que sí?
Si decides volver a su lado, que sea porque estés plenamente convencido/a de que es una buena opción para ti. No lo hagas únicamente porque él/ella te lo haya suplicado y tú crees que estáis “predestinados a estar juntos”. Lo romántico no basta.